viernes, 22 de abril de 2016

Origen repartimientos.

Libro de Repartimientos.

Sobre Antequera, para ser garantizada como villa castellana en la frontera, no tuvo más remedio la Corona que privilegiarla de manera amplia desde el momento en que es conquistada. De ahí que no sorprenda el hecho de que hay que esperar hasta el año 1449 a fin de que se la exima de pagar el servicio y montazgo y otros derechos de paso en circunstancias extremas “por guerra, bullicios e prendas con los granadinos”
Una vez que se supera el trauma de la guerra de Granada, con la caída de la capital del reino nazarí, Antequera siguió siendo tierra de promisión para la ganadería, dándose el caso de que ganaderos de otras comarcas acudían a avecindarse, incluso de manera fraudulenta para obtener los mismos derechos que disfrutaban los naturales de la ciudad. Así está atestiguado con Bartolomé González, alguacil de Bujalance que se había avecindado dolosamente con setenta ovejas 4.
El concejo antequerano no vio con agrado la prepotencia de su alcaide don Alonso de Aguilar y su esposa doña Catalina Pacheco cuando comparecía con sus inmensos rebaños desde otros puntos de la geografía andaluza5. De igual modo sucedió con el alcaide de Bailén, Rodrigo de Narváez, al traer su ganado a pastar al Cerro del León donde tenía una finca de 20 yugadas o el equivalente a unas 760 fanegas heredadas de sus antepasados6.
En cambio, las autoridades antequeranas no ponían ningún tipo de impedimento a aquellos ganaderos que venían con sus rebaños a herbajar previo pago de ese derecho, como se documenta con el rico ganadero Diego Mingolla que acudía a los pastos antequeranos con 100 vacas, 400 carneros y 1300 ovejas7.
Las ordenanzas regularon escrupulosamente todo este apartado obligando a los que deseaban avecindarse para tal fin residir continuamente en la ciudad por un periodo de cuatro años:
Que si alguno sin ser aveçindados…, metiere en los términos algund ganado, que incurra en pena de dos mill maravedíes, y que las dichas personas que ansí se viniesen a aveçindar sean obligadas a vibir a esta çibdad quatro años cumplidos y que en este tiempo no se vaya ni absente della hasta ser cumplido el dicho tiempo so pena de diez mill maravedíes8.
En el año 1494, a partir del día 17 de noviembre, y hasta el 29 de marzo de 1495, Alonso de Vega, medidor, a instancias del bachiller Juan Alonso Serrano, Contador Mayor de Cuentas del Reino y miembro del Consejo Real, a quién los Reyes Católicos encargan la reforma y repartimiento de tierras del concejo antequerano, llevó a cabo la medición que se refleja en el Libro de Repartimientos. Aquí viene consignada con pormenor y detalle la infraestructura, destinada a la ganadería que se ha citado: prados, dehesas, baldíos, rodeos, ejidos, abrevaderos, cañadas y veredas que se ha citado. Además de los caminos que ponían en comunicación Antequera

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