viernes, 22 de abril de 2016

REPARTIMIENTO DE ANTEQUERA

REPARTIMIENTO DE ANTEQUERA
  • a ciudad de Antequera, a raíz de la caída del reino granadino, en el año 1492, dio un salto cuantitativo y asimismo cualitativo en los sectores agropecuario y urbanístico según vamos a analizar a continuación. En primer lugar nos referiremos a la ganadería como ámbito más importante tras su conquista, corriendo el año 1410, para tratar a renglón seguido de su agricultura, aspecto éste que despegó con gran fuerza en los comienzos del siglo XVI. Fruto de ambos sectores vino un notable desarrollo demográfico que incidió enormemente en la expansión de la urbe, acontecimiento del que también nos haremos eco más detenidamente 1. LA GANADERÍA La importancia que adquirió la ganadería en el concejo antequerano se pone en evidencia desde el mismo momento en que esta villa es conquistada en el año señalado de 1410. Una plaza situada en el interior de tierras de moros no podía ser forzosamente un lugar idóneo para la agricultura, a pesar de que hubo repartos de tierras de “pan llevar”, esto es de cereal, dándose, no obstan- 238 francisco alijo hidalgo © Baetica. Estudios de Arte, Geografía e Historia, 32, 2010, 237-252. ISSN: 0212-5099 Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Málaga. Campus de Teatinos, E-29071 Málaga (España) te, en una cantidad insignificante. Por ello, la guarnición militar antequerana llegó a ser abastecida de grano por los reinos de Sevilla y Córdoba. Así pues, la base territorial de Antequera se constituye en zona fronteriza –militar y ganadera-, porque, entre otras cosas, la tierra de su entorno era muy propicia para el desarrollo de la actividad pecuaria, con enormes parajes destinados a pastos naturales, agua en abundancia, grandes extensiones de monte alto y bajo, dehesas, baldíos, prados, rodeos, abrevaderos, ejidos, veredas y cañadas, como aparece reflejado todo ello en el Libro de Repartimientos1 . Sobre Antequera, para ser garantizada como villa castellana en la frontera, no tuvo más remedio la Corona que privilegiarla de manera amplia desde el momento en que es conquistada2 . De ahí que no sorprenda el hecho de que hay que esperar hasta el año 1449 a fin de que se la exima de pagar el servicio y montazgo y otros derechos de paso en circunstancias extremas “por guerra, bullicios e prendas con los granadinos”3 . Al mencionar por vez primera la exención de la renta mixta del servicio y montazgo en la fecha indicada, ¿quería decir esto que no se encontraba incluido este impuesto en los privilegios amplísimos conferidos en el año 1411 y confirmados al año siguiente, suponiendo ahora una ampliación? A cerca de ello creemos firmemente que al no estar registrada dicha renta mixta como exención en el texto de los privilegios, y ahora citado en el Libro de lo Salvado fue debido a que no hacía falta, ya que se sobreentendía tácitamente hallarse entre aquellos “pechos, derechos y tributos” que no estaba obligada a tributar. ¿Por qué lo consideramos así? Resulta fácil explicarlo. El marco espacial del entorno antequerano era tan enorme y al mismo tiempo tan rico en tierra de pasto como para que no fuese necesario herbajar a otros términos un ganado que no debió ser muy cuantioso en relación a una plaza militar poco habitada y fronteriza. Sí aparece expresa, según mencionamos, la exención en el Libro de lo Salvado del año 1449; la razón obedecía a que la frontera sufrió un serio quebranto, y a Antequera, al verse comprometida en esas circunstancias problemáticas, no le quedó más remedio que partir con su ganado a tierras cristianas mejor protegidas de las aceifas granadinas. Una vez que se supera el trauma de la guerra de Granada, con la caída de la capital del reino nazarí, Antequera siguió siendo tierra de promisión para la ganadería, dándose el caso de que ganaderos de otras comarcas acudían a avecindarse, incluso de manera fraudulenta para obtener los mismos derecho

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